Quiero expandir sobre esta experiencia TERRIBLE que tuve.
Hace unos meses, me crucé a un JUDÍO caminando por la calle. Se notaba que era JUDÍO, así con narizota de gancho y la collar con la estrella de seis puntas. Normalmente no pasa nada cuando me cruzo con un judío, me le alejo un poco, los mantengo en la visión periférica para vigilar que no hagan nada, quizás me toco el huevo izquierdo si es uno medio jodido, y listo. Pero este debería estar teniendo un mal día, porque medio me miró de reojo con los ojos FRÍOS y ojerosos que tienen ellos. Levantó un poco el cachete en señal de asco. Yo me dí cuenta que me estaba maldiciendo, sentí como la energía negativa de JUDÍO me trataba de tocar el alma. El instante que lo pasé, pegué una vuelta de 180 grados, le hice el gesto de corna como me enseño que había que hacer mi nono italiano cuando uno se cruza con un JUDÍO, para sacarse el mal de ojo y evitar que te peguen esas maldiciones hebraicas que te tiran ellos que te suben la cuota del gas y el alquiler. Luego, agarré un adoquín de la vereda que estaba medio suelto, y se lo lanzé. El diablo hecho carne se dió vuelta y me miró. Le grité JUDÍO DE MIERDA y rajé para mi casa. Llegué y me di una ducha con agua caliente y aceites benditos, prendí unas velas sagradas, antes habiendo echado sal en forma de una linea en frente de la puerta así los demonios HEBREOS que aquel anciano JUDÍO mandó seguirme no podían entrar. Por suerte no me pasó nada.