>>135757
Me hace mucho sentido este post desde el punto de vista de espectador, y me identifica. Excluir un público y llamarlo "impresionable" y "descerebrado" no sólo es subestimarlo, sino saltarse todos los pasos de análisis. Creo que en general, los artistas tienen herramientas para crear. Pero no necesariamente la llave para abrir todos los secretos del arte en todos sus ámbitos. Así que la apreciación de un egresado o de un artista de renombre para decir que las obras de otra persona "no evocan nada", tienen el mismo peso que el de un aficionado. Porque el discernir la intencionalidad de un trabajo personal no es parte de sus habilidades. Tampoco lo es analizarla desde un punto de vista más social, por lo que es un punto de vista igualmente reducido. Yo una vez escuché en vivo una charla de un chino violinista excesivamente virtuoso. Y me decepcionó lo "normal" y "limitado" de su visión. Pero al mismo tiempo está bien, porque los aterriza como seres humanos comunes y corrientes. A mí en particular las obras de Huidobro sí me producen algo, y me lo produjeron antes de saber quién era: me fascinaban los cuadros del metro baquedano, pero no tenía idea que él los había pintado, y después me encontré con "La Vida Eterna" en el Bellas Artes y salí consternado. Animales nocturnos me produjo sensaciones diferentes, y cada cuadro lo encontré distinto. Aunque hubo tres o cuatro que me llamaron poderosamente la atención y me inquietaron mucho. Lo que sí me parece llamativo es que nunca me pareció "hiperrealista"; al contrario. Al acercarme a sus cuadros veía trazos de pintura, y no se veía algo real. Por lo que no puedo reducir todo ese trabajo a nada. Me pasa lo mismo incluso, con artistas a los que hasta yo denominaría hiperrealistas, porque las propuestas son insólitas. Como esa escena del lavabo.
>>135787
>gente, la masa, o como quieras llamarle, también puede (y lo hace), despreciar lo que considera fácil de hacer, como por ejemplo esto (…), o incluso, despreciar lo que no entiende o considera complejo
El problema es que los artistas perfectamente también pueden hacerlo. Y de hecho, lo hacen. Y en ese sentido la distancia entre "la masa" se disuelve por herramientas, pero no por estar en distintos escalafones a la hora de apreciar una obra. A veces incluso pueden saber menos cuando se limitan a hacer tacha de elementos técnicos.
>No puedo más que especular al respecto, pero intuyo, por mi caso en particular, que uno valora lo que no puede hacer, o lo que uno cree no puede llegar a hacer
De hecho serían dos puntos a favor del hiperrealismo, de mi parte; el primero por el obvio del no poder hacerlo por capacidad, y el otro por el tipo de propuesta. ¿Inmortalizar un baño? ¿Y borrarle el reflejo? Un baño con signos de hongo y mal cuidado, me parece hasta repulsivo. Digo, hay episodios en donde yo digo que eventualmente podría escribir como Steinbeck, pero no lo haría ni cagando. Me ha pasado también con varias exposiciones fotográficas. "Yo podría sacar esa foto", pero no es eso lo que pasa con la fotografía, ni la colección en sí misma.
>Yo valoro lo que tiene un componente subjetivo o imperfecto dentro de su concepción. Como un interprete musical que no solo se limita a tocar lo que aparece en la partitura de la forma más roboticamente posible, sino que pone de lo suyo y es capaz, gracias a su conocimiento (o falta de este) de abstraer parte de la información para expresarla de forma diferente. Y si lo hace de forma dramática e imaginativa pues más aún
Eso es lo que me llama la atención. Son los mismos mostivos por los que yo, y otros más, sin ser artistas, nos gustan obras de arte (algunas incluso que no son consideradas como tal, ni por el mismo autor). Pero lo que nos separa son sólo temas subjetivos. No estamos en un pie muy distinto. Tenía un amigo que se licenció y que me dijo unos argumentos muy similares sobre el cuadro de imagen relacionada: "vacuo, técnica por técnica, popular con la masa", etcétera. Así que ahora creo que sólo era una opinión más. Igual de válida que la mía. Pero no menos válida, tampoco.