>Fiskales y la Libertad de Expresión.
>Es curioso como se dan vueltas las cosas, hace unos meses el gobierno decía que el pinochetismo en su sector es parte de la "libertad de expresión" y la oposición progresista estaba apunto de hacer una ley para prohibir el pinochetismo y el negacionismo. Hoy, la derecha hipócritamente habla de "discursos del odio" y de limitar la libertad de expresión, bajo el mismo argumento que lo hacía hace unos meses atrás el progresismo: "es que incitan a la violencia".
>Ayer Fiskales Ad-Hoc, -si dejamos de lado el asunto de la defensa que le hizo España al Marihuana por la tragedia de Doom-, logró desnudar la hipocresía y hacernos poner en el lado correcto, el de estar a favor de la libertad de expresión, y que no se limite por supuestos "discursos de odio". Algo que a sido complejo puesto que diversos progresistas quieren limitarla, para así limitar las posturas neofascistas (o nacional populistas) de Matteo Salvini (Italia), de Vox (España), Frontera Nacional (Francia), entre otros. Lo que regala el discurso de la libertad de expresión a nuestros enemigos, pero que también hace que, dichas leyes contra el odio funcione como "efecto boomerang". La abogada catalana,Laia Serra, argumenta el problema de esta manera: "“antes de reclamar cualquier restricción a la libertad de expresión, hay que pensar en términos estratégicos con un análisis a corto, medio y largo plazo. Cada restricción que se fija genera un precedente que afectará a toda la sociedad, incluido el colectivo reclamante. […] Si vamos bajando el listón de lo que se puede decir y dejamos en manos del legislador y del poder judicial su fijación, acabarán sufriendo la mordaza precisamente quienes reivindicaban su restricción con contundencia” (ElDiario.es, “El efecto boomerang de llevar a juicio el discurso de odio”).
>Cuando nuestrxs enemigxs ocupen discursos de odio, transfobicos, homofobicos, misóginos, o de otro tipo, tenemos que ocupar la inteligencia para contrarestarlos, no las leyes. Como dice Serra en el mismo texto: “Es necesario movilizar nuestra inteligencia colectiva para decidir cómo respondemos al creciente discurso del odio sin sepultar la libertad de expresión”,
BASA2