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Yo lo considero más bien una consecuencia de las ansias del mundo occidental por intentar superar a la naturaleza. A medida que las sociedades avanzan, pueden darse el lujo de negar ciertos aspectos de la naturaleza, ya sea de forma consciente o inconsciente.
La tecnología y la civilización han desafiado el yugo que nos impone la naturaleza, primero comenzamos con bajar la mortalidad drasticamente, hoy en día los avances permiten que personas que deberían haber muerto muy jovenes o incluso al momento de nacer tengan la oportunidad de vivir. La baja en la mortalidad trajo como consecuencia que el ser humano cambiara de estrategias de reproducción, al punto que existen países donde la gente literalmente no quiere tener sexo. Si las cosas siguen como están, y a menos que la humanidad sea borrada del mapa por un evento de extinción masiva, puedo apostar con total seguridad que la humanidad conseguirá la inmortalidad en los próximos 200 años.
Para mi ese ha sido siempre el tema de fondo, porque si llevamos la discusión a un nivel más superficial, obviamente la revolución sexual le cayó como anillo al dedo a los hombres en la cumbre del mercado sexual y a los neurotípicos. Pero en la gran escala de las cosas, ellos son irrelevantes y nosotros igual.