>>180862
Me acuerdo que el más mínimo error de mi parte o apenas una mirada que se pudiera interpretar como "equivocada" no me la perdonaban, me agarraban mala altiro y ley de hielo eterno (sobre todo las minas, qué seres más ahuevonadamente complejos por la cresta). Prácticamente tenía que salir a pedir disculpas públicas cada vez que fruncía el ceño más de la cuenta, te lo juro, nunca entendí a mis compañeres bueno, en verdad sí los entiendo, mi retraso social siempre me jugaba en contra y merecía la represalia. además es un hecho que la competencia sexual era aberrante, seguramente esa conducta guardaba relación con esto más el estrés permanente que se sentía en carrera, ya que cualquier paso en falso era una oportunidad de los compañeres para sepultarte en la mierda y tratarte como un paria aweonao se nace, se vive y se muere ;_;