Como muchos de mis amigos saben, hace alrededor de un mes empecé la uni, estudio Comunicación Social en la UCV, por lo tanto se me hace recurrente pasear por Ciudad Universitaria, Plaza Venezuela y sus alrededores. Mi horario a veces me hace salir relativamente tarde, cosa que ya se me ha hecho sencilla porque conozco rutas alternas para llegar a mi casa fácilmente.
Desde hace unas semanas, cuando utilizaba el Metro por la estación Ciudad Universitaria (raras veces) empecé a notar la presencia en el andén de una chica de aspecto sombrío, que siempre estaba parada al final. Tenía el típico aspecto cliché: cabello negro y largo que le cubría la mayoría de la cara, piel muy blanca y con expresión triste en el rostro. Se me hizo curioso la primera vez, pero cuando empecé a conseguirme a la chica más veces de la misma forma, se me empezó a hacer extraño.
Nunca he sido persona de creer en fantasmas ni nada de eso, por lo tanto nunca lo pensé, pero sin duda era extraño verla siempre parada allí en el mismo sitio, con ese aspecto tan aterrador, no importaba la hora que fuera. Para más sorpresa mía, a veces sentía que yo era el único que me daba cuenta que existía.
Hoy, salí excesivamente tarde, de noche, y para cortar camino preferí irme a Ciudad Universitaria en lugar de irme a Plaza Venezuela. La estación se veía más sola de lo habitual, y el andén muchísimo más solitario. Recuerdo ir bajando las escaleras mecánicas y que mi única visión haya sido la chica de costumbre, parada sola al final. No voy a negar que me dio una sensación horrible ver eso, pero me dije "eres un macho" y seguí bajando.
Me puse a esperar el tren, y solo vi unas cuantas personas paradas al otro extremo del andén, cosa que en cierta parte me tranquilizó, pero aún me hacía ruido el hecho de estar tan cerca de esa chica que fácilmente podría ser producto de pesadillas. Súbitamente, empecé a sentirme extraño, como un cosquilleo en el cuerpo así como cuando sientes mucha adrenalina o miedo, y algo me hizo voltear.
La chica me estaba viendo fijamente, ni siquiera tengo palabras para explicar el temor que me hizo sentir esa mirada. Yo estaba petrificado. No me podía mover. Hasta que la vi caminando hacia mí, cosa que me hizo reaccionar y yo empecé a caminar rápido al otro extremo para alejarme de ella y llegar adonde estaba el resto de personas.
Solo recuerdo esa sensación de miedo recorriendo todo mi cuerpo mientras me alejaba de ella, trataba de gritar para pedir ayuda y no podía, hasta que finalmente sentí que una mano muy fría me tomaba del brazo. Simplemente volteé, con escalofríos en la piel, y entonces ella me preguntó como si no supiera nada, que cuál era mi nombre y temblaba, y yo le dije Yandel, ella dijo no puede ser, para mí es un placer conocerte…