El precio de una propiedad está determinado en mayor medida por el precio de las otras propiedades del barrio; es decir, por el entorno. Es una casa grande, en un sitio muy amplio, pero si se fijan en la imagen del mapa, todas las propiedades colindantes son mucho más pequeñas. El mismo inmueble, con las mismas características, pero ubicado en una comuna del oriente, llámese en las faldas del cerro, podría costar fácilmente unos 300 millones de peso.
OP preguntó cuál es la trampa. La trampa es esa: el barrio. Por el mismo precio puedes comprar una casa interesante en una comuna más acomodada, con vecinos acordes a tu nivel socioeconómico. Eso reduce bastante el universo de posibles compradores. Lo que no quiere decir que no surja algún interesado que vea en las características de la propiedad algo atractivo. Por ejemplo, un inversionista podría comprar, botar todo, subdividir en cinco sitios, y construir cinco casas. De esa forma se podría multiplicar por un factor interesante la inversión inicial. No obstante, no cualquiera tiene la liquidez como para realizar un gasto así. Aunque, si surgiese el caso también habría que averiguar si el plan regulador permite subdivisiones.
Lo que está claro: esa propiedad se venderá sí o sí. Sitios amplios en plena ciudad siempre son atractivos. Ahora, considerando el precio y el contraste entre las características de la propiedad y su entorno, lo más probable es que el posible comprador sea un negociante. No sería extraño que el precio final de venta fuese incluso más bajo que el actual. Porque si se fijan en el anuncio, ya el propietario bajó el precio, lo que nos indica que no ha tenido mayor éxito a la hora de llevar visitas, por no hablar de un posible comprador.
>Fuente: mi culo armé una microempresa de corretaje de propiedades