>>188371 (OP)
Sí, pero con matices. Cuando Nietzsche está diciendo que el lenguaje es el determinante de la verdad, no lo está diciendo porque la verdad sea algo que depende específicamente del lenguaje, sino de la articulación orgánica -de organizar- de una técnica. Ese texto -sobre verdad y mentira en sentido extramoral- es parte de las peleas que tenía el Nietzsche joven -si se puede decir así sin considerar la edad- con el Nietzsche maduro. En el origen de la tragedia hace un análisis similar, pero a través de una dualidad cuasi-hegeliana que da tremendo cringe, intentando reconciliar la dualidad entre lo apolíneo y lo dionisíaco con lo orgánico y lo indeterminado. Esta es la versión más refinada de eso, pero incompleta también. El problema de Nietzsche es que, siendo tremendo incelazo y resentido, nunca iba a poder liberar lo indeterminado de la naturaleza de un telos patético de la fuerza y la guerra. Por lo mismo, a pesar de identificar la verdad como una herramienta de supervivencia, se niega a sí mismo, y a la verdad, en pos de su mitología incompleta de lo para-humano y extramoral, prefiriendo tener otros valores a no tener ninguno.
En ese sentido, Stirner sigue siendo superior a Nietzsche. Sin embargo, el valor poético del bigote es superior a toda la filosofía de "la verdad", después del negativismo de Heráclito.
>tl;dr la verdad es instrumental y no necesitan ser tremendos incelazos para ser felices en un mundo que es una picadora de carne. No sean como Nietzsche, sean como Epicuro.