Las mujeres son incapaces de tener un interés puramente objetivo en algo, y ello, debido, según mi parecer, a lo siguiente: el hombre trata de alcanzar siempre un dominio directo sobre las cosas, bien sea mediante la comprensión, o mediante la constricción. La mujer, con un dominio indirecto, es decir, por medio del hombre, el único al que puede dominar directamente. Por tanto, está en la naturaleza de las mujeres considerar todo sólo como un medio para conquistar al macho, y su interés hacia cualquier otra cosa es siempre sólo un interés simulado, una sencilla estratagema, es decir, que todo se reduce a coqueterías y monadas…
Bastaría con observar el objeto y la calidad de su atención en un concierto, una ópera o una obra de teatro; con ver, por ejemplo, la despreocupación infantil con que prosiguen sus conversaciones durante los pasajes más bellos de las mayores obras maestras.
¿Si o no?