Llegas un poquito ebria, tiras la chaqueta sobre la cama, prendes la tele y pones videos musicales en Youtube. Estás prendida, la música te hace vibrar mientras te lavas los dientes. Ibas a mear pero no levantaste la tapa del w.c y te diste cuenta ya sentada a poto pelao. Te cagas de la risa. Esa noche en esa junta dijiste algo donde también todos se rieron. Te acuestas, cambias la música y terminas viendo la rutina de Avello en Olmué por quinta vez. Vas a la cocina, sacas un pedazo de pan, le pones un pedazo más grande de mantequilla que de pan. Vuelves a la cama. Revisas unos memes en el celular mientras sigue la tele encendida. Vuelves a pararte a hacerte más pan. Te sacas las migas que quedaron incrustadas en el pijama de polar. Te ríes de la que se metió adentro y estaba pegada en la teta, la sacas y te la comes. También te comes el nuevo pan ahí de pie. Bah, tienes que lavarte los dientes de nuevo. En el baño, te miras al espejo, te ríes por tu cara entre sueño y ebriedad. Una frase se te viene a la mente mientras te miras enjuagar: ¡Puta que me caigo bien!