Como quien hace una buena accion en Navidad, le mande un mensajito al nicoposter el 24, unos minutos antes de la medianoche. Lo tenia olvidado y senti que Nochebuena era un buen momento para saludarlo.
Grande fue mi sorpresa cuando la respuesta vino en forma de llamada, a eso de las tres de la mañana, justo cuando emprendía la cuarta partida de Fortnite con mis sobrinitos.
¿Que puedo decir, choris? Quede preocupado. El nicoposter estaba llorando como una mujer que ha tenido que separarse de forma definitiva de su amante. Entre sollozos, solamente pude entender frases como "mi saracatunga se rompio, jamas volvera", "los sabados desaparecieron para mi" y "nico-nico-NO".
Abracen a sus seres queridos, choris. Nunca sabemos lo que poseemos hasta que lo perdemos.