Yo me levantaba temprano para ver Mazinger; años después el Justiciero. Veía Galaxy Rangers en un programa de las Trillizas de Oro y cuando estaba en cuarto o quinto grado se armaban discusiones interminables entre hombres y mujeres para mirar los Halcones Galácticos o Mujercitas.
En la casa de mi abuela agarré la época de Cablín pasando Dungeons and Dragons, Defensores de la Tierra. Big cuando pasaba Grendizer y Ángel, la Niña de las Flores. Machete cuando pasaba super sentai (los Págüer Réinyers todavía no existían) y las Tartarugas Ninja, que acá ni se sabía que existían. He visto incluso series de televisión (para prepúberes y adolescentes) que acá dudo que muchos recuerden: Eerie Indiana, Katts y su perro, My Secret Identity.
No recuerdo haberme tenido que levantar a las 5. Cuando yo era chico los canales a esa hora estaban cerrados. Sí a las 7, y recuerdo hacer tiempo mientras esperaba mi anime preferido mirando Club 700, la salud de nuestros hijos, buen día María y quién sabe cuántos bodrios más. Más tarde, cuando llegaron los canales infantiles de cable, pasaban cada capítulo dos o tres veces por día. Eso de que pongan segmentos en la madrugada que no se repetían durante el día empezó ya cuando trabajaba y estudiaba; a esa altura si quería ver algo usaba la videocassettera, grababa y lo veía cuando volvía a casa mientras comía.