>Me tocó escuchar una entrevista de trabajo en el Starbucks. Por respeto a los involucrados, me referiré a ellos simplemente como la entrevistadora y el entrevistado. Una dolorosa entrevista de trabajo.
>Estaba yo, obviamente, en lo mío. Cuando noté la presencia de la entrevistadora. Mujer joven. Menor de 30 años. Pelo grueso, lacio, café al hombro. Lentes obscuros grandes, de esos que cubren la mayor parte del rostro. Nariz chica. Agenda en mano, salen de ella muchos post it.
>Noté su presencia porque hablaba con alguien en voz muy alta. Hablaba de la entrevista que iba a tener en 10 minutos. "No le tengo mucha fe al prospecto." dijo con un tono frío, desinteresado. Hasta cierto punto despectivo.
>A los pocos minutos llega el entrevistado. Hombre. Más de 50 años. Lentes. Camisa a rayas verticales, manga corta y bolsa al frente que asoma dos plumas Bic. Pantalón caqui. Zapatos con zuela de goma, se ven cómodos. Llega con una sonrisa. Extiende su mano y dice: "¡Hola!"
>La entrevistadora se levanta. Con cierta formalidad le dice "Hola. ¿Eres (su nombre)?" "¡Sí!, ¡Mucho gusto!" Le responde el entrevistado. Y le pregunta. "¿Quieres algo de tomar?" Se van los dos al mostrador para pedir sus respectivas bebidas. Small talk en el camino: el clima.
>Regresan los dos. Ella un te frío. Mucho hielo, hace calor. Él, un expreso. "¡Muchas gracias por la entrevista!" Le dice el entrevistado demostrando interés y entusiasmo (o muchos expresos previos). Ella sonríe cortésmente. Toma su agenda y dice "¿Te parece si empezamos?"
>Ella dispara un par de preguntas. Nada importante. Él responde con entusiasmo. La entrevistadora le explica un poco lo general de la empresa. Tiene que ver con tecnología, innovación y logística. "Temas que me apasionan" revira el entrevistado. Ella escribe en su agenda.
>La entrevistadora pregunta: "¿Cuál es tu mayor logro profesional?" "Soy feliz." responde. La entrevistadora esperaba sin duda otra respuesta; le insiste que le diga algo profesional no personal. El insiste. "Mi mayor logro profesional es ser feliz." El entrevistado sonríe.
>A la entrevistadora no le gusta la respuesta. Lo cuestiona con firmeza: cómo puede ser un logro profesional el ser feliz. Él responde con un par de lugares comunes. Pero luego dice: "Si yo no fuera feliz, no sería alguien altamente eficiente y sumamente efectivo en mi área."