Sobre la base de algunos datos estadísticos mundiales, podemos observar que la discapacidad afecta a un porcentaje no inferior al 7% y no mayor al 15% de la población de un país de manera constante, considerándose dentro de estos porcentajes a las personas con discapacidades permanentes o transitorias, estas condiciones pueden reflejarse en los aspectos de la salud física o mental.
Dentro de estos porcentajes podemos inferir que un 10 % de la población de nuestro país podría sufrir algún tipo de discapacidad, por lo que se verían afectadas no menos de cuatro millones de personas, las que de alguna manera pueden ver alterada su vida dentro de los parámetro de interrelación con los otros y con el medio, considerando que cada persona está integrada dentro de un núcleo familiar promedio entre tres y cuatro personas se infiere que de manera directa o indirecta el 50 % de la población de nuestro país tiene vinculación y compromiso con la discapacidad de otra persona integrante de su familia, el gran desafío dentro de una visión profundamente humanista, es lograr el mejoramiento de las condiciones de vida de aquellos, considerándose como enunciados fundamentales el respeto por los derechos humanos y la dignidad de todos los individuos.
Es por ellos, que se deben implementar de manera imprescindible, constantes política pública, o "respuestas del Estado frente a situaciones concretas que requieren su intervención", o "procesos decisionales tomadas por autoridades gubernamentales orientadas a satisfacer finalidades y preferencias, de las que son responsables, a través de un sistema de acción articulada en una red de actores públicos y privados que movilizan recursos, para desenvolver normas y prácticas en un proceso dirigido a producir con el tiempo, resultados, que alteren o no, una realidad contextual frente a un problema de un área, sector social o ámbito geográfico, en el caso que nos ocupa el pertinente a la salud, y puntualmente a la salud mental.
En nuestro país la salud en su concepto más amplio ha pasado por distintos estadios, donde se destaca la visión de abordaje territorial e integral que puso en marcha el prestigioso Ramón Carrillo (1906-1956), quien significó que la salud no solamente es la ausencia de enfermedad sino que tiene que ver con un conjunto de variables sociales como son la infraestructura social, la educación, la dignificación del trabajo, el mejoramiento de la calidad de vida, la preocupación constante de la atención primaria del enfermo, cuya salud psíquica o física se encuentran deterioradas, y menoscabado su estado de bienestar, expresando que no existe salud sin salud mental ni salud mental sin inclusión social.
En la década del 70 comenzó a utilizarse el término discapacitados para designar a los que padecían incapacidades de cualquier tipo, término que se difundió en las II Jornadas Nacionales de Discapacidad del año 1972, realizadas en la Provincia de Jujuy, que fueron organizadas por el conocido, por aquellos años, como el Servicio Nacional de Rehabilitación, adoptándose el término de discapacitados para los que padecían problemas motores, sensoriales o de lenguaje, viscerales y mentales. Por ese entonces el Instituto de Rehabilitación del Lisiado consultó a la Academia Argentina de Letras con respecto a la denominación discapacitados en lugar de lisiados, respondiendo la Academia que el término lisiado conlleva una impresión negativa para el enfermo y la sociedad que lo contiene; en cambio discapacitados sugiere que si bien la persona tiene algún aspecto limitado, pero destacando aquellos aspectos en que no lo está.-
El término, etimológicamente hablando, está compuesto por dos elementos a saber:"dis" prefijo griego que indica dificultad, y "capacitar" verbo que indica hacer capaz, habilitar, por ende los demás términos utilizados y conocidos como, inválido, lisiado, disminuido, impedido, etc. implican negaciones peyorativa, en cambio discapacitado da sugerencia a una diferencia, pero no a una diferenciación negativa.
La discapacidad, como tal es un concepto dinámico y en constante evolución, siendo el resultado de la interacción entre la deficiencia de una persona y los obstáculos tales como barreras físicas y actitudes imperantes que impiden en mayor o menor medida su participación en la sociedad es decir en aspectos relacionales.