Si la proyección astral existiera, a esta altura se estaría usando como una tecnología de telecomunicaciones más.
En el mundo existen dos tipos de fenómenos: los que pueden reproducirse en masa y comercializarse, y los que no existen. No hay excepciones.
La curación y la alteración de los estados de conciencia a través de las plantas, cuyo conocimiento hace dos mil años era sagrado y estaba reservado a la clase sacerdotal, se convirtieron en la industria farmacéutica actual. Evidentemente eran ciertos.
Los poderes mentales y espirituales siguen siendo fanfic, a pesar de que sería una huevada demostrarlos y aplicarlos comercialmente, y de que mejorarían enormemente la calidad de vida de las personas.