Usualmente no me gusta ser partícipe del discurso de "ayy ayy lo masone". En siglos pasados la Masonería era primariamente un espacio de encuentro social y político, y no todo lo que fue realizado por masones estuvo inspirado por los valores y principios de la Orden.
La ciudad de La Plata es una excepción: pocas obras en Latinoamérica son tan abiertamente masónicas. No por el meme de la escuadra y el compás trazados por las avenidas (uno puede encontrar figuras similares en cualquier ciudad con diagonales), sino por su historia, que prácticamente fue decidida en logia.
Tanto Dardo Rocha como Pedro Benoit, los autores intelectuales del proyecto, eran masones, iniciado el primero en Constancia n° 7 y el segundo en Consuelo del Infortunio n° 3. Las comisiones de planificación de la ciudad estaban todas formadas por masones. Incluso el nombre de La Plata fue propuesto por nuestro Hermano José Hernández.
Pero lo más notable es que junto con la Piedra Fundamental, ubicada en la actual Plaza Moreno, hay enterrada una caja de plomo con diversos documentos, incluyendo el acta de fundación, la Constitución Nacional, y medallas de las logias que participaron de la construcción de la ciudad.
El acto de fundación fue un ritual inspirado en la antigua Masonería Operativa, al que asistieron personajes como el gobernador Carlos Casares, miembro fundador de la Logia Unión del Plata n° 1, el ministro Carlos D'Amico, Gran Maestre del Gran Oriente del Rito Argentino, y el I, MP y MRH Sarmiento, Gran Maestre de la Gran Logia Argentina. La plaza Estaba decorada con inscripciones como "Paz y Libertad", "Orden y Progreso" y "Amor por la Libertad y respeto por las Instituciones", todas divisas masónicas de la época.
Hay quienes dicen que la disposición de las plazas de La Plata obedece al esquema de una logia inglesa. Esto puede o no ser casual. Lo que sí es cierto es que La Plata es un monumento a la Geometría Sagrada, que inspiró a los arquitectos y masones de todas las épocas, desde el Antiguo Egipto hasta la actualidad. Y el mejor ejemplo es el misterio de los boulevares 81, 82, 83 y 84.
La Plata es un cuadrado perfecto, pero cerca de sus cuatro ángulos hay cuatro curvas que en su conjunto trazan un círculo. Esta figura es la resolución al milenario enigma de la cuadratura del círculo, un problema matemático con profundas implicaciones filosóficas y espirituales que preocupó a maestros como Hipócrates de Quíos y Leonardo da Vinci, y que constituye el desafío central del Grado de Maestro en la Masonería. Simbólicamente, La Plata es la manifestación material de aquello que sólo existe en el plano espiritual.
Está claro que Benoit y su gente hicieron la tarea.