Jose acaba de llegar de una larga jornada de trabajo, diariamente recibe 10 chelines por trabajar en la construccion de un edificio. Al llegar abraza a su mujer, Maria, que se dedica plena y exclusivamente a los quehaceres de la casa. Jose deposita sobre la mesa de la cocina los 10 chelines y exclama: "Querida, si ahorramos aunque sea la mitad de estos 10 chelines a diario podremos vivir bien todos los dias e incluso, podriamos planificar tener un hijo al cual podremos mantener sin problemas, ¡no tendrias siquiera que trabajar!". Maria se alegra, al fin podra cumplir su deseo de tener un niño y afianzar su amor por Jose.
Ambos se sientan a la mesa, cuando suena el timbre. Maria y Jose se miran extrañados: "¿Quien sera a esta hora?" pregunta Jose. Maria se levanta de la mesa y se dirige a la puerta, al abrir se sobresalta de espanto, ante ella hay un ser humanoide de gran masa pero no se logra distinguir donde tiene sus ojos, su boca, etc.
Luego de un breve silencio y ante el sobresalto de Maria, el humanoide se presenta y dice: "Hola, usted debe ser la Sr. Maria, yo soy el Estado local y vengo a recaudar, ¿sabia usted que todo lo que hay fuera de su casa es gracias a mi?, bueno, ahora lo sabe, voy a pasar…". El Estado de gran porte ingresa a la humilde vivienda de Maria y Jose, debido a su tamaño y que no pasa por la puerta, hecha para un ser humano comun y corriente, termina tirando abajo la pared y dañando la propiedad de la pareja.
Jose se sobresalta ante el derrumbe y corre a ver que pasa cuando se encuentra con el ser extraño, el Estado local lo ve y dice: "Ah, usted debe ser el que genera los ingresos en esta vivienda, bueno, debo decirle que vengo a recaudar…". Automaticamente el Estado local apunta su cuerpo, dado que no se sabe donde tiene sus ojos, si es que los tiene, hacia los 10 chelines sobre la mesa. Pesadamente y con grandes esfuerzos, tirando adornos y dañando muebles , llega a la cocina donde extiende su mano pesada y dice: "Aaah, si, 10 chelines… me llevare 8 chelines", hace una pausa y ante la iniciativa de protestar por parte de la pareja vuelve a hablar: "Un chelin para mantener la luz en las calles durantes las noches oscuras, otro chelin para mantener a mis empleados que me cuidan con mucho amor pues yo soy quien les da trabajo y sin mi vivirian en la pobreza, este otro chelin es por los servicios que yo les doy en mi divina gracia y que sin mi no tendrian, y este ultimo chelin es para mis amos actuales que siempre se llevan algo de la recaudacion y nunca lo destinan a mi cuidado ni al de ustedes… Ah si, quedan cuatro chelines, estos cuatro chelines van para la construccion de 20 centros de hormonizacion para trans, de los cuales, uno sera para niños/as…".
Al terminar de hablar, el Estado local se desplaza de nuevo a paso lento, pesado y rompiendo cosas al pasar, en vez de salir por el agujero que habria creado, termina rompiendo la pared de la cocina.
Jose y Maria se miran el uno al otro, todos sus sueños acababan de ser truncados y estaban a la deriva. El Estado local no solo los habia privado de sueños, sino que habia caminado sobre ellos y los habia pisado como quien pisa con malicia.
Ahora solo les quedaban 2 chelines, lo suficiente para vivir muy justos y para colmo, los daños que habia hecho el Estado local a la vivienda. Quedaba un consuelo, mañana seria otro dia, y habria 10 chelines de nuevo sobre la mesa. Lo cierto es que el Estado local volveria, pero esta vez iba a ser distinto porque iban a preparar un ingreso especial en la vivienda para la recaudacion del Estado local a razon de ahorrar un chelin diario.
El Estado local se terminaria convirtiendo en uno mas de la familia, en el hijo que nunca iban a tener por su culpa.