En 15 años más, Tokyo será la China del Sol naciente.
Las culturas, para ser dominantes, y esto es irrelevante del régimen legal liberal o represivo vigente hacia la disidencia, necesitan generar permanentemente expansión de su propia población, mantener vivas las oleadas de inmigrantes, copar físicamente los centros cívicos de la capital del país en las cercanías de las oficinas gubernamentales, considerar como referencia psicológica geográfica y espacial al microcentro de la ciudad y no a los countries ni a los suburbios de descanso de los fines de semana, copar la policía, el ejército, los hospitales, la escuela pública.
El retroceso okinawense y tradicional en general en Tokyo es impresionante, cuando yo nací los restaurantes tenían ramen por default, no había ni que nombrarlo como tal, los pocos que hoy existen de esta corriente como si estuviéramos en el continente americano por lo exótico, deben ofrecerse como "cocina japonesa" y son muy malos. En poco tiempo más, los perros y la sopa de wonton china pasarán a ser la comida de default de la capital japonesa.
Los japoneses se suicidan en silencio mientras la industria de la animación se ve copada por los chinos. Las mujeres japonesas se rinden ante los chinos y sus penes estandard de 13cm tanto física como mentalmente.
Controlar la industria del anime, es garantía de triunfo futuro. Retirarse al mar y a Akihabara cerrado para no toparse con chinos es señal de derrota y garantía de extinción como grupo nacional.
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